Un grupo de investigadores franceses, en conjunto con la organización francesa de hospitales públicos y la Universidad del Sur de París, estudiaron la edad de la menopausia en setecientas mujeres que habían sufrido de cáncer infantil.
Los datos revelaron que estas mujeres: en particular las que se habían sometido a una ooforectomía unilateral, las que habían sido tratadas con agentes alquilantes o que habían recibido radiación en los ovarios, llegaron a la menopausia cuatro o siete años antes que el promedio. Dicho estudio proporciona datos importantes sobre la fertilidad de las mujeres que habían sufrido de cáncer en la infancia, y la información relativa a los factores de riesgo asociados. Por desgracia, no logró confirmar el riesgo de menopausia precoz (antes de los cuarenta años) que se han reportado en otros estudios.
Dicho en otras palabras, las mujeres que han sufrido de cáncer infantil, son conocidas por correr un mayor riesgo de menopausia prematura. Sin embargo, los datos sobre los factores de riesgo son limitados.
En la investigación, los científicos se centraron en los factores de riesgo de la menopausia en las mujeres que habían sido sometidas a diversos tratamientos contra el cáncer durante la infancia. Y al parecer las mujeres tratadas durante la pubertad, estuvieron asociadas con un mayor riesgo de menopausia no quirúrgica. Por otro lado, las mujeres que habían sido tratadas con agentes alquilantes (e incluso con pequeñas dosis de radiación) después de la aparición de la pubertad, se relacionaron con un máximo riesgo de menopausia precoz.
En conclusión, la menopausia prematura se produjo un promedio de cuatro años antes en las mujeres que habían estado expuestas a estos agentes. Mientras que la ooforectomía unilateral se había asociado también con la aparición de la menopausia siete años antes de la edad promedio. Estos nuevos datos deberían ayudar a informar mejor a los pacientes en riesgo de menopausia prematura, para que no pospongan su primer embarazo después de los treinta años, y también para tranquilizar a las mujeres que presentan un bajo riesgo.
El objetivo final es estudiar el impacto de la quimioterapia de altas dosis en la incidencia de la menopausia precoz.
