El accidente cerebrovascular es la cuarta causa de muerte entre los estadounidenses, y alrededor de setecientas noventa y cinco mil personas son afectadas por este problema en Estados Unidos. El accidente cerebrovascular también es la principal causa de discapacidad en los adultos. Desafortunadamente, las personas mayores ya no son las únicas afectadas por el derrame cerebral y cerca del veinte por ciento de los accidentes ocurren en personas menores de cincuenta y cinco años.
Un informe presentado en el año 2011 mostró que la tasa de accidentes cerebrovasculares entre los niños, adolescentes y adultos jóvenes en los Estados Unidos, ha aumentado a un ritmo alarmante. Dejando la edad promedio para sufrir este tipo de accidente entre los cincuenta y nueve y los setenta y un años.
La buena noticia es que el reconocimiento rápido de los síntomas de un derrame cerebral y la búsqueda de atención médica inmediata por parte de un especialista, puede reducir al mínimo los efectos de la enfermedad e incluso salvar una vida.
Los cinco síntomas que se presentan comúnmente durante un accidente cerebrovascular incluyen el entumecimiento o debilidad repentina en el rostro, el brazo o la pierna de un lado del cuerpo. La confusión repentina, acompañada de la dificultad para hablar o comprender. También está la dificultad repentina en los ojos para mirar hacia uno o ambos lados. La dificultad para caminar, los mareos y la pérdida de la coordinación o el equilibrio. Además puede presentarse un dolor de cabeza severo y sin razón aparente.
Si se reconoce cualquiera de estos cinco síntomas, debe contactarse a cualquier servicio de emergencias inmediatamente, sin importar la edad de la víctima. Cabe señalar que cualquiera de estos síntomas pueden presentarse en forma leve y durar sólo por un corto tiempo, sin que haya algún problema del cual preocuparse. Sin embargo, si alguno de los síntomas se presenta repentinamente y con mucha intensidad, esto podría indicar el inicio de un accidente cerebrovascular.
Con el fin de no sufrir una incapacidad permanente, el desarrollo de un ataque al corazón o incluso la muerte del paciente, el tratamiento inmediato es crucial. En algunos casos, cuando el derrame cerebral está en curso, se puede detener con medicamentos eliminadores de coágulos, e incluso revertir el daño.
