En la mayoría de los casos, la eyaculación precoz es algo de suma importancia, porque hace que las personas -en especial los varones- se sientan infelices y frustrados. Y en los casos más graves, la eyaculación precoz puede amenazar o incluso arruinar un matrimonio, sólo porque afecta la vida sexual de una pareja.
A veces, la condición es tan mala que el hombre no puede tener sexo porque eyacula incluso antes de que pueda entrar en la vagina. Esto puede ser devastador para la autoconfianza de un hombre; sin mencionar frustrante y molesto para su pareja (sobre todo cuando están buscando un embarazo).
Sin embargo, la mayoría de los hombres sólo encuentran en la eyaculación precoz, una irritación considerable. Ya que al no poder controlar su eyaculación, después de un minuto o dos de iniciar el coito, ninguna de las partes recibe una gran cantidad de satisfacción.
Durante muchos años, los expertos en sexualidad han dicho que la eyaculación precoz es causada por un acondicionamiento temprano. Esto es, cuando el hombre joven tuvo experiencias sexuales previas, que debían ser rápidas o que buscaban alcanzar las condiciones del clímax tan pronto como fuera posible. Sin embargo, otros estudios han encontrado que muchos hombres con eyaculación precoz no habían tenido esas experiencias sexuales previas. Vale la pena señalar que desde un punto de vista evolutivo, los hombres que llegaban a su clímax con rapidez eran más propensos a tener hijos.
En algunos casos, tanto los padres como los hijos presentan una tendencia a alcanzar el orgasmo con mayor rapidez. Lo que podía sugerir una causa hereditaria. Pero una de las causas más probables de la eyaculación precoz es la ansiedad. Cuando una persona está nerviosa, es muy probable que alcance un orgasmo demasiado pronto. Por ello, muchos hombres han descubierto por sí mismos que una pequeña cantidad de alcohol alivia los nervios, haciéndolos menos propensos a llegar al clímax antes de tiempo.
A pesar de las posibles ventajas que podría tener un consumo moderado de alcohol, su uso definitivamente no se recomienda como un tratamiento.
