En un matrimonio, la forma en que los hombres y mujeres se recuperan después de un día de trabajo, depende mucho de la manera en que ambos equilibran sus tareas domésticas y sus tiempos de esparcimiento. Al menos esto es lo que dicen los investigadores de la Universidad de California.
Para este estudio se realizó un seguimiento a treinta hogares que contaban con un doble ingreso, y la edad promedio de las parejas era de cuarenta y un años.
Los autores encontraron que aquel cónyuge que pasaba más tiempo realizando tareas domésticas tendía a desarrollar niveles más altos de cortisol al final del día, lo que se traducía en una recuperación deficiente durante la tarde y la noche.
El cortisol es la principal hormona relacionada con la tensión y el estrés. Y fluye a través de nuestro cuerpo todos los días, ayudándolo a prepararse para las exigencias físicas y mentales. Cuando se acerca la noche y nuestra tasa de actividad se ralentiza, los niveles de cortisol normalmente comienzan a disminuir. Sólo hasta que esos niveles decaen es que podemos descansar.
Las esposas cuyos maridos ayudaron mucho con las tareas domésticas, tuvieron una recuperación más rápida por la tarde en sus niveles de cortisol. El ocio en los varones, parecía tener un mayor impacto en la relajación nocturna. Aunque los maridos cuyas esposas pasaron menos tiempo en las actividades de ocio tenían un mejor tiempo de recuperación después del trabajo.
Esta situación es complicada, ya que lo que parece ser bueno para hombre, es malo para la mujer, y lo que es bueno para la mujer no tiene suficiente relevancia en los varones. Los investigadores creen que la división del trabajo entre las parejas realmente tiene un impacto en la salud física de cualquier persona.
