Gracias a un nuevo avance, será posible aumentar significativamente las probabilidades de tener un embarazo exitoso a través de la reproducción artificial, mejor conocida como fertilización in vitro.
Esta nueva tecnología graba una serie de imágenes a intervalos regulares -conocidos como time-laps-, que estarán disponibles para supervisar el desarrollo de la fertilización in vitro en los embriones, antes de que sean implantados en el útero.
El primer bebé de probeta nació en julio de 1978 en Inglaterra. Dado que, al menos cinco millones de bebés han nacido como resultado de las tecnologías de reproducción asistida, este avance podría ayudar a triplicar las probabilidades de que una pareja tenga un hijo por fecundación in vitro.
Se espera que el primer bebé que nazca gracias a esta revolucionaria técnica lo haga en Escocia dentro de los próximos meses. Después de todo, sólo el veinticuatro por ciento de los embriones que nacen fecundados in vitro, lo hacen vivos y sanos. Los creadores de esta técnica creen que la tasa de natalidad podría dispararse alrededor del setenta y cuatro por ciento con esta nueva técnica de imagen, una vez que sea perfeccionada.
Gracias a este método, será más fácil identificar correctamente qué embriones tienen un alto riesgo de cromosomopatía (también conocida como aneuploidía). Cuando los embriones tienen esta anomalía cromosómica, hay una probabilidad mucho menor de que la implantación del óvulo dé como resultado un nacimiento exitoso.
Sin embargo, aún es necesario evaluar a más parejas para confirmar los resultados. Esto podría traer esperanza a las parejas infértiles en todo el mundo.
