El cerebro humano contiene muchos neurotransmisores diferentes que son responsables del envío de mensajes entre las células del cerebro; estos mensajes pueden tener efectos tranquilizantes o excitadores.
Cuando alguien se siente demasiado ansioso, el cerebro comienza a excitarse, activando transmisores tranquilizantes que rápidamente envían mensajes a las células del cerebro para reducir su actividad y disminuir los síntomas de la ansiedad.
El ácido gamma-aminobutírico (GABA) es un neurotransmisor tranquilizante, y miles de millones de células cerebrales responden a su señal.
Las benzodiacepinas actúan potenciando el efecto del neurotransmisor GABA. Los medicamentos que contienen sustancias químicas que aumentan el efecto calmante ya producido por el cuerpo humano, sirven esencialmente para mantener el cerebro en un estado más apacible.
Es importante señalar que existen muchas benzodiacepinas distintas y todas ellas tienen diferencias respecto a su potencia, la velocidad con que se metabolizan, su uso terapéutico y el tiempo requerido para que la cantidad del fármaco en el torrente sanguíneo disminuya a la mitad de su valor.
