Con frecuencia las benzodiacepinas se utilizan en el tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada (TAG). Sin embargo, el Instituto Nacional de Salud y Excelencia Clínica, recomienda el uso de benzodiacepinas para el tratamiento a corto plazo de no más de un mes.
Por otro lado, ya que las benzodiacepinas suelen llevar a la dependencia, también se utilizan como un tratamiento a corto plazo para el insomnio severo. Estos medicamentos también son anticonvulsivantes muy poderosos y eficaces, utilizados para prevenir crisis epilépticas prolongadas. De hecho, las opciones de primera línea para el tratamiento clínico de las convulsiones contienen clonazepam, diazepam o lorazepam.
Cabe mencionar que algunos tratamientos contra la abstinencia del alcohol, incluyen diazepam. Estos medicamentos ayudan a los alcohólicos con su desintoxicación y a reducir el riesgo de padecer efectos más severos durante el síndrome de abstinencia alcohólica.
Debido a sus rápidos efectos contra la ansiedad, las benzodiacepinas también son eficaces para el tratamiento de la misma y en el trastorno de pánico. A pesar de esto la recomendación es muy parecida, ya que no se recomienda su uso a largo plazo.