Cuando nos enfrentamos a una situación difícil es normal sentir ansiedad. Sin embargo, cuando esas preocupaciones o temores parecen abrumadores e interfieren con la vida diaria, puede tratarse de un trastorno de ansiedad.
Hay muchos tipos diferentes de trastornos de ansiedad, y muchos tratamientos eficaces o estrategias de autoayuda. Lo importante es comprender bien este padecimiento y seguir los pasos que cada persona debe tomar para reducir los síntomas, de manera que pueda recuperar el control de su vida.
Cabe mencionar que la ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante el peligro, dicho de otro modo, es una alarma automática que se activa cuando nos sentimos amenazados, presionados o nos enfrentamos a una situación estresante.
Moderadamente, la ansiedad no siempre es algo malo. De hecho, la ansiedad puede ayudarnos a mantenernos alerta y concentrados; impulsando nuestra acción y motivándonos a resolver problemas. Pero en el momento en que la ansiedad es algo constante y abrumador e interfiere con nuestras relaciones y actividades, deja de ser funcional y cruza la delgada línea entre la ansiedad productiva y los trastornos de ansiedad.
