Un dolor inexplicable en la vagina, también conocido como vulvodinia, afecta a millones de mujeres en todo el mundo. Puede ser tan grave que hacer ejercicio, estar sentada o tener relaciones sexuales resulta algo insoportable.
Un nuevo estudio ha puesto de manifiesto que las mujeres que sufren de esta condición dolorosa vaginal, tienen de dos a tres veces más riesgo de desarrollar también otras condiciones de dolor crónico, como el síndrome del intestino irritable, la cistitis intersticial, y la fibromialgia o dolor músculoesquelético.
Los investigadores de la Universidad de Michigan han descubierto que la prevalencia de estas condiciones de dolor crónico, cada vez más frecuentes, suelen ser subdiagnosticadas. Si millones de personas tan sólo en los Estados Unidos tienen dolor crónico, parece necesario emplear nuevas relaciones de estudio para comprender mejor los patrones de este tipo de trastornos y sus características comunes.
Las condiciones de dolor crónico como estas pueden obstaculizar seriamente la calidad de vida y es imperativo comprender la similitud entre ellos. Las mujeres que tienen estos trastornos a menudo ven a los médicos, pero no se les da un diagnóstico u obtienen un diagnóstico erróneo, por lo que siguen sufriendo sin ser tratadas adecuadamente.
Hasta que sus síntomas tengan un nombre, puede ser muy desalentador para los pacientes, que en algunos casos llegan a creer que todo está en su cabeza. El presente estudio descubrió que de dos mil quinientas mujeres al sureste de Michigan, más del veinticinco por ciento habían experimentado dolor vulvar en algún momento de sus vidas, y sólo el dos por ciento fue a buscar tratamiento médico para aliviar el dolor.
