Cuando nos percatamos de los síntomas de la depresión bipolar en nosotros mismos o en alguien más, lo más recomendable es pedir ayuda. Ignorar el problema no hará que éste desaparezca, de hecho, es casi seguro que empeorará.
Vivir con un trastorno bipolar sin tratamiento, puede llevar a una serie de conflictos en todos los ámbitos, desde la carrera profesional y las relaciones personales, hasta la salud. Por esta razón es imprescindible diagnosticar este problema tan pronto como sea posible y seguir el tratamiento adecuado que ayude a prevenir estas complicaciones.
Algunas personas se muestran renuentes a buscar tratamiento porque les gusta la forma en que se sienten durante los episodios maníacos. Por desgracia, la energía y la euforia vienen con un precio, sin olvidar que la manía y la hipomanía a menudo resultan destructivas, haciendo daño a la gente que nos rodea.
El trastorno bipolar requiere de un tratamiento a largo plazo. Dado que el trastorno bipolar es una enfermedad crónica y recurrente, es importante continuar con el tratamiento aún cuando haya pequeñas mejorías. La mayoría de las personas con trastorno bipolar necesitan medicamentos para prevenir nuevos episodios y permanecer libres de síntomas.
La medicación por sí sola no suele ser eficiente para controlar totalmente los síntomas del trastorno bipolar. La estrategia de tratamiento más eficaz para el trastorno bipolar consiste en una combinación de medicamentos, terapia, cambios en el estilo de vida y el apoyo social.
Lo mejor es trabajar con un psiquiatra que tenga experiencia en el trastorno bipolar, ya que esta es una enfermedad compleja. El diagnóstico puede ser difícil y el tratamiento es a menudo difícil. Por razones de seguridad la medicación se debe controlar cuidadosamente.
