Una hemorragia intracerebral ocurre cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe. Esto provoca que la sangre forme un coágulo que ejerce presión sobre el tejido cerebral circundante.
Estos accidentes no son tan comunes pero ocurren, son difíciles de tratar y en el cuarenta por ciento de los casos son mortales. Por fortuna, un equipo de científicos en la Universidad Vanderbilt ha creado un dispositivo robótico que está diseñado para eliminar los coágulos de una manera segura y mínimamente invasiva.
Actualmente, las cirugías son un método arriesgado para eliminar los coágulos. Requieren de un orificio de acceso que debe ser perforado en el cráneo, y a menos que el coágulo esté situado justo en el exterior del cerebro, el tejido cerebral sano debe ser perturbado y dañado con el fin de llegar a él. En realidad, la cantidad de daños causados por la cirugía podría superar los beneficios de eliminar el coágulo, por lo que muchos especialistas optan por administrar fármacos antiinflamatorios; esperando que sean efectivos.
Ahí es donde entra en juego el dispositivo robótico, que cuenta con un tubo exterior cuyo grosor es de menos de una vigésima parte de pulgada. Éste se inserta a través de un pequeño hueco en el cráneo, adyacente al coágulo.
Usando un escáner, la unidad de control robótico empuja cuidadosamente un tubo más delgado en el cerebro, hasta que la punta entra en contacto con el coágulo. En este punto la punta curvada del tubo interior emerge, y con ayuda de una bomba de aspiración es capaz de aspirar el coágulo desde el interior.
