Por lo general, el consumo de alcohol eleva inicialmente el estado de ánimo de la persona. Sin embargo, después de un largo periodo de consumo excesivo, el sistema nervioso de la persona reacciona, haciendo que se sienta sedado.
El alcohol también puede perjudicar el juicio de una persona, al reducir las inhibiciones y alterar los pensamientos del bebedor, sus emociones y el comportamiento en general. El consumo excesivo y constante, puede tener efectos graves en la capacidad de la persona para coordinar sus músculos y hablar correctamente. Incluso podría hacer que el paciente entre en coma.
Finalmente, el consumo excesivo de alcohol puede causar al menos uno de los siguientes problemas: fatiga, pérdida de la memoria a corto plazo, debilidad en los músculos oculares, enfermedades del hígado, como hepatitis o cirrosis (la cirrosis hepática es una enfermedad irreversible y progresiva). Las complicaciones gastrointestinales como la gastritis, o el daño al páncreas, pueden afectar gravemente la capacidad del cuerpo para digerir alimentos, absorber ciertas vitaminas y producir hormonas que regulan el metabolismo.
Otras complicaciones derivadas del consumo de alcohol son la hipertensión, los problemas cardíacos, los derrames cerebrales, en las mujeres el alcoholismo puede alterar o detener la menstruación, por otro lado, en los hombres alcohólicos, se incrementa la posibilidad de tener problemas de disfunción eréctil.
Durante el embarazo, las mujeres que abusan del alcohol son más propensas a tener bebés con defectos nacimiento, incluyendo una cabeza pequeña, problemas del corazón, párpados cortos y otros problemas de desarrollo y cognitivos.
Los alcohólicos tienen un riesgo muy alto de desarrollar diabetes tipo 2, ya que el alcohol impide la liberación de glucosa desde el hígado, causando hipoglucemia. El consumo de alcohol también provoca el adelgazamiento de los huesos, ya que interfiere con la producción de huesos nuevos, lo que aumenta el riesgo de fracturas.
La lista es muy extensa, y abarca desde el desarrollo de cáncer, problemas del sistema nervioso, accidentes, suicidios, violencia intrafamiliar, enfermedad mental e incluso problemas con las autoridades.
