Un estudio realizado por la Universidad de Duke, afirma que una intervención centrada en el control de peso en lugar de la pérdida del mismo, funciona mejor para las mujeres afroamericanas en desventaja socioeconómica.
Los autores explican que los esfuerzos para ayudar a bajar de peso a las mujeres afroamericanas han sido ineficaces en los últimos años. Esto podría deberse a que este sector femenino de la población tiene las tasas más altas de satisfacción en relación a su peso corporal, enfrentan menos presión social para bajar de peso y sus normas socioculturales son más tolerantes también en relación al peso corporal.
La intervención incluyó un monitoreo con llamadas interactivas y de asesoramiento, el acceso a un gimnasio por un año y materiales de capacitación personalizados. Las ciento noventa y cuatro mujeres que participaron en el estudio tenían edades que iban desde los veinticinco a los cuarenta y cuatro años, y todas tenían sobrepeso u obesidad clase 1.
Cabe señalar que las mujeres pensaban que el estudio consistía en un enfoque diseñado para mejorar su bienestar general y mantener en forma su cuerpo, sin la intención de perder peso en el proceso.
Después de un año, las mujeres en el grupo de intervención habían perdido en promedio un kilogramo, mientras que las mujeres en el grupo de control habían ganado medio kilogramo. Al final de los dieciocho meses, las mujeres en el programa habían perdido en promedio uno punto siete kilogramos.
Los científicos concluyeron que son necesarios nuevos métodos de tratamiento, especialmente el de la prevención del aumento de peso, para lidiar con el importante desafío de la obesidad en la población.
