Al parecer nuestra ocupación y salario tienen un efecto directo en la calidad de sueño. Según lo señala un informe británico sobre el sueño.
La investigación para el informe fue realizada a través de una encuesta en línea en enero del presente año. Más de cinco mil adultos del Reino Unido completaron la encuesta, con preguntas relacionadas con sus hábitos de sueño, su ocupación y los ingresos en el hogar.
Según el informe, las parejas que tienen un ingreso familiar menor a treinta y cinco mil euros al año, son menos propensas a dormir juntas. Por otro lado, las parejas que perciben un sueldo superior, dijeron dormir juntas todas las noches.
Las estadísticas más sorprendentes fueron acerca de cómo los ingresos o la falta de ellos repercutía en las relaciones de pareja. A medida que el porcentaje de ingresos se eleva, también lo hace el de las parejas que duermen en la misma cama.
La encuesta también mostró que los individuos que ganan más dinero, pueden disfrutar de una mejor noche de sueño. Esto es, los que ganan setenta y cinco mil euros o más, cada año. El ochenta y tres por ciento de estas personas reportaron dormir muy bien, en contraste con el sesenta y siete por ciento de las personas desempleadas que no lograban conciliar el sueño.
Por último, la encuesta mostró cómo las distintas ocupaciones pueden afectar la forma en que una persona duerme. Los que trabajan dentro de las artes y la cultura son más propensos a mantenerse despiertos en la noche a través de la preocupación y el estrés. También son los más propensos a ir a la cama después de la medianoche.
Por otro lado, las personas dentro de las profesiones jurídicas, son las más propensas a conseguir la cantidad recomendada de sueño (siete a ocho horas) cada noche, mientras que quienes trabajan en profesiones como arquitectura, ingeniería o construcción, son los más propensos a tener menos de siete horas de sueño cada noche.
