Un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania afirma que las parejas que tienen una relación muy cercana comparten muchas cosas; materiales o no. Y es que cuando uno de los cónyuges sufre dolor crónico, puede tener un efecto dominó sobre su pareja, lo que afecta el sueño e incluso el riesgo de desarrollar problemas de salud.
El estudio analizó las relaciones en las que uno de los cónyuges experimentaba un dolor crónico de rodilla. Los investigadores eligieron este dolor porque causa muchas dificultades al momento de dormir en cama. Como resultado, el equipo fue capaz de estudiar los efectos sobre el sueño del otro cónyuge.
Los pacientes centraron su estudio en personas con osteoartritis de rodilla, cuya edad rondaba los cincuenta años de edad, vivían con su pareja y se encontraban en relaciones de matrimonio o de largo plazo. Los resultados mostraron que mientras mayor era el dolor del paciente, peor era la calidad de sueño del cónyuge por la noche.
En contraste, los investigadores observaron que la calidad del sueño del cónyuge que experimentaba el dolor, no se veía afectada por la falta de sueño de su pareja. Esto podría deberse a la capacidad de responder empáticamente a los síntomas de los pacientes y a la necesidad de apoyo.
La afectación del sueño causada por la exposición al sufrimiento de un ser querido puede ser una vía de mayor riesgo para las parejas que cuidan a sus cónyuges, incrementando el riesgo de los problemas de salud en los cuidadores, como las enfermedades cardiovasculares.
Los resultados sugieren que una evaluación cuidadosa podría ayudar a identificar a los cónyuges que están especialmente en riesgo de verse afectados por los síntomas del paciente. Esto con el objetivo de desarrollar estrategias que lo ayuden a mantener su propia salud y bienestar.
