Los investigadores de células madre en la Universidad de California, han descubierto que los astrocitos pueden ser útiles contra los accidentes cerebrovasculares y otros trastornos cerebrales.
Los astrocitos son las células neuronales que forman la barrera hematoencefálica, que es la encargada de controlar lo que puede y lo que no puede entrar en el cerebro desde el torrente sanguíneo. Esta es un área de investigación que había sido pasada por alto sobre el accidente cerebrovascular.
La presente investigación sugiere que los astrocitos pueden hacer mucho más que simplemente apoyar a las células nerviosas (neuronas). Los astrocitos pueden ayudar a limitar la propagación de los daños después de un infarto cerebral isquémico en los pacientes, y también pueden ayudar a regenerar y reparar las células dañadas del cerebro. Ambas acciones pueden conducir a una mejor recuperación funcional de los pacientes.
La investigación de células madre se ha centrado hasta ahora en el desarrollo de tratamientos contra los derrames, utilizando neuronas terapéuticas para estimular los impulsos eléctricos en el cerebro, y restaurar el tejido que ha sido dañado por la privación de oxígeno. La razón principal por la que los astrocitos no habían sido investigados en este contexto, era la dificultad en la producción a los niveles de pureza necesarios para realizar las terapias con células madre.
Sin embargo, los investigadores encontraron la forma de obtener células madre con un nivel de pureza de casi el cien por ciento. Con la ayuda de una proteína, que ayudó a que las células madre se diferenciaran en astrocitos. Las células gliales resultantes presentaron propiedades especialmente terapéuticas.
Al ser aplicadas en los ratones de prueba, mostraron una mejora funcional impresionante en los modelos de lesión del cerebro. Los científicos esperan usar esta terapia en el futuro para tratar las lesiones cerebrales traumáticas, la parálisis cerebral, las enfermedades neurodegenerativas, la epilepsia, la lesión en la médula espinal, entre otras.
Es importante señalar que este no es el primer estudio con astrocitos que se lleva a cabo en modelos animales. Un grupo de científicos ya había intentado inyectar estas células humanas en ratones.
