Una vasectomía o esterilización masculina, es un método anticonceptivo que consiste en cortar o bloquear quirúrgicamente los conductos que transportan el esperma desde los testículos hasta el pene.
Cuando los hombres se someten a una vasectomía, su esperma ya no puede alcanzar el semen. Como resultado, el semen eyaculado durante una relación sexual, no contendrá el esperma necesario para fertilizar el óvulo de una mujer.
La vasectomía es un medio muy eficaz y permanente de la prevención del embarazo. Se estima que sólo uno de cada dos mil hombres que reciben una vasectomía, logran embarazar a una mujer durante su vida.
La mayoría de las vasectomías sólo necesitan treinta minutos para llevarse a cabo. Debido a que el procedimiento es mínimamente invasivo, la mayoría de los hombres no experimenta un dolor significativo.
Antes de realizar una vasectomía es importante tener en cuenta las consecuencias y comprender plenamente que después del procedimiento es casi imposible convertirse en padre. Dicho de otro modo, en muy pocos casos este procedimiento puede revertirse, pero no siempre.
La vasectomía puede realizarse a cualquier edad. Sin embargo, los adultos jóvenes deben considerar cuidadosamente la posibilidad de tener hijos cuando sean mayores.
