El carcinoma sebáceo puede surgir en áreas oculares o extraoculares, y exhibir tal variedad de patrones de crecimiento histológico que el diagnóstico a menudo se retrasa durante meses o años. Los criterios histopatológicos para el carcinoma de glándulas sebáceas son su alta actividad mitótica, pleomorfismo nuclear, la arquitectura lobular, y la vacuolización espumosa en el citoplasma.
El carcinoma sebáceo extraocular representa alrededor del veinticinco por ciento de todos los casos reportados de carcinoma. Clínicamente, la lesión presenta un nódulo firme cuyo tamaño oscila entre los seis milímetros hasta los veinte centímetros. Y se presenta en promedio en las personas mayores de sesenta y tres años.
Las lesiones pueden ocurrir prácticamente en cualquier parte del cuerpo que contenga glándulas sebáceas, pero la incidencia es más alta en el área de la cabeza y el cuello, donde estas glándulas son más abundantes. Los genitales externos son otro sitio reportado en los que puede ocurrir el carcinoma sebáceo extraocular.
Sólo se reportaron dos casos en el pene de esta enfermedad. Es importante señalar que no se ha establecido el tratamiento óptimo para el carcinoma de glándulas sebáceas de pene. Y es que el tratamiento es discutible en vista de que este tipo de tumor tiene una alta tasa de recurrencia e involucra rápidamente a los ganglios linfáticos regionales.
El carcinoma sebáceo del pene es un tumor muy agresivo con afectación ganglionar y metástasis temprana diseminada. El diagnóstico preciso resulta esencial para planificar el tratamiento adecuado. Se cree que algunos protocolos de radioterapia y quimioterapia podrían ayudar a la cirugía, para el tratamiento de pacientes.
