Gracias al uso de una gran cantidad de datos obtenidos por un sistema de tomografías computarizadas, y su procesamiento a través de un software en los sistemas informáticos de alto rendimiento, un empresario de Malasia pretende evitar en gran medida la necesidad de cortar los cuerpos durante la autopsia.
Su software de autopsias digitales aprovecha la potencia de las actuales imágenes en dos y tres dimensiones, así como los equipos de visualización para observar e investigar el cuerpo humano, utilizando imágenes de alta definición.
Dos de los objetivos principales de este sistema consisten en reducir las secuelas psicológicas en las familias y aplacar las sensibilidades religiosas. Otros beneficios de esta autopsia mínimamente invasiva incluyen la recuperación de los datos, tanto binarios como las imágenes en tercera dimensión, desde los servidores centrales, permitiéndole a los tribunales de justicia, centros forenses y hospitales acceder fácilmente a los datos.
También es posible orientar la plataforma de la autopsia digital para la educación de los profesionales médicos y estudiantes de diagnóstico simulados. Actualmente se llevan a cabo -sólo en los Estados Unidos- más de cien mil juicios por malas prácticas, que requieren de una investigación. Las autopsias normalmente son realizadas por los patólogos, ya sea por razones médicas o legales. Estos procedimientos se llevan a cabo si la causa de muerte indica que un posible delito ha sido cometido.
Las autopsias clínicas o académicas están autorizadas para determinar la causa médica de la muerte y se utilizan en los casos en que se desconoce la causa de muerte o para fines de investigación.
Es importante señalar que el sistema es un método complementario, no un reemplazo completo para las autopsias tradicionales, pero podría manejar el setenta por ciento de los casos de rutina. En los demás casos se podría comenzar con la exploración digital, y los especialistas podrán decidir si deben abrir el cuerpo o no.
