Muchas personas prefieren beber agua embotellada, al dejarse llevar por la creencia de que es más fresca y saludable para nosotros. Sin embargo, los investigadores han descubierto un químico disruptor endocrino (o disruptor hormonal), en el agua embotellada que se comercializa normalmente.
Los disruptores endocrinos son compuestos hechos por el hombre y son utilizados comúnmente en muchos plásticos. Se ha encontrado que dichos compuestos pueden interferir con los sistemas hormonales de varios organismos, en particular con los sistemas reproductivos.
Algunos estudios han informado cómo los adultos que habían estado expuestos a los disruptores endocrinos antes de nacer, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Muchos de estos disruptores están presentes en plásticos usados para almacenar alimentos y agua. Incluso el bisfenol A fue encontrado en el plástico utilizado en la fabricación de botellas para bebé.
Los investigadores analizaron dieciocho productos de agua embotellada, en busca de evidencias que mostraran la actividad de los compuestos que bloquean el estrógeno, así como la actividad que evitaría cualquier efecto biológico relacionado.
Los resultados del análisis mostraron que trece botellas de agua contaban con actividad antiestrogénica, mientras que dieciséis de las botellas mostraron actividad antiandrogénica. Para los autores del estudio existe la hipótesis de que los productos químicos han sido ignorados hasta ahora por el resto de la comunidad científica y reguladora.
Sin embargo, se necesitan más investigaciones con el fin de determinar si estos compuestos deben ser prohibidos en los plásticos utilizados para procesar o contener ciertos alimentos.
