Un poderoso antioxidante podría ser usado en aplicaciones médicas

Antioxidante cerio automovilLos científicos de la Universidad Rice están mejorando las propiedades antioxidantes naturales de un elemento que normalmente se encuentra en el catalizador de un automóvil, para que también sea útil en aplicaciones médicas.

El equipo de investigadores creó unas pequeñas esferas de óxido de cerio, a las que recubrieron con una fina capa de ácido graso oleico para hacerlos biocompatibles. Los científicos dicen que su descubrimiento tiene el potencial para ayudar a tratar la lesión cerebral traumática, el paro cardíaco, a los pacientes con Alzheimer y aseguran que podría proteger a las personas con cáncer de los efectos inducidos por los tratamientos de radiación.

Estas nanopartículas también tienen el potencial de proteger a los astronautas de la exposición prolongada a la radiación del espacio, e incluso retrasar los efectos del envejecimiento. Los nanocristales de óxido de cerio tienen la capacidad de absorber y liberar iones de oxígeno (una reacción química conocida como reducción-oxidación, o simplemente reacción redox). Es el mismo proceso que permite a los convertidores catalíticos en los automóviles, absorber y eliminar los contaminantes.

Las partículas son lo suficientemente pequeñas para ser inyectadas en el torrente sanguíneo cuando los órganos necesitan la protección contra la oxidación, en particular después de las lesiones traumáticas, cuando las dañinas especies reactivas de oxígeno aumentan dramáticamente.

Aquí es donde las partículas de óxido de cerio trabajan de inmediato absorbiendo los radicales libres, y continúan trabajando con el tiempo, hasta que vuelven a su estado inicial; un proceso que sigue siendo un misterio. En consecuencia, las especies de oxígeno liberadas en el proceso, no serán súper reactivas.

Es importante señalar que ninguna de las partículas de óxido de cerio eran lo suficientemente estables como para ser usadas en entornos biológicos. Por esta razón, en la Universidad Rice pensaron en agregar una capa de polímero a las esferas. Un revestimiento tan delgado que permitiría al oxígeno pasar a través de la partícula.

Cuesta creer que este humilde material antioxidante capaz de proteger a los órganos del cuerpo, incluso de la radiación, provenga de un convertidor catalítico.

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