Puede que no seamos tan diferentes de los zombies al morir después de todo. Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Sam Houston, en Texas, dice que hasta ahora, poco se ha sabido sobre la diversidad bacteriana involucrada en la descomposición de un cadáver.
Mientras que los estudios anteriores se han limitado a un enfoque tradicional de cultivo de bacterias, el equipo dice que la mayoría de estos microorganismos en el cuerpo humano no se pueden cultivar en un experimento de laboratorio.
Por lo tanto, remediaron este problema mediante la observación de dos cadáveres humanos, que fueron puestos al aire libre para que pudieran descomponerse bajo condiciones naturales, en las instalaciones de Ciencia Forense Aplicada del Sureste de Texas.
Y en lugar de cultivos tradicionales, los investigadores usaron el método de secuenciación para analizar el ADN bacteriano. Una ventaja principal de esta técnica es que permite al equipo medir los genes bacterianos en cualquier región de los cadáveres, los que les permite trazar toda la comunidad microbiana en diferentes puntos en el proceso de descomposición.
Los investigadores señalan que las primeras etapas de descomposición son húmedas y se caracterizan por la decoloración de la carne y el inicio y cese de la hinchazón inducida por las bacterias. Durante esta etapa, las bacterias internas empiezan digiriendo los intestinos de adentro hacia afuera, y los tejidos circundantes son finalmente consumidos por completo.
Aunque esto es un pensamiento horrible, los investigadores dicen que la etapa de la hinchazón puede ser útil para los investigadores forenses, que utilizan el tiempo de esta etapa para estimar el intervalo post mortem durante la investigaciones.
Sin embargo, los investigadores afirman que se sabe muy poco acerca de la base de las bacterias de la hinchazón, razón por la que se investigan y catalogan las comunidades microbianas internas de cadáveres por primera vez.
Después de observar los cadáveres durante la etapa de hinchazón, los científicos encontraron que las comunidades bacterianas entre los dos cadáveres fueron diferentes. También encontraron que dentro de un solo cuerpo, diferentes regiones tenían diferentes comunidades bacterianas, y estas cambian en el transcurso de la descomposición.
El equipo dice que esto sugiere que las comunidades bacterianas pueden seguir patrones específicos de cambio, a medida que el cadáver cruza las diferentes etapas de descomposición. Los investigadores añaden que aunque algunas de las especies de bacterias observadas en los cadáveres eran las mismas que habían visto en los cultivos de laboratorio, muchas de ellas eran nuevas.
