De acuerdo con los investigadores de la Universidad Estatal de Nueva York, la forma en que los médicos tratan las hemorragias nasales o epistaxis (una condición que afecta alrededor del sesenta por ciento de la población durante su vida), varía mucho entre los pacientes que buscan atención médica, sin que exista una gran diferencia en los resultados.
Alrededor del setenta por ciento de las hemorragias nasales se producen de forma espontánea, por razones que van desde causas desconocidas a lesiones cancerosas. Mientras que alrededor del seis por ciento de los pacientes con hemorragia nasal requerirá de atención médica o quirúrgica, muy pocas personas tendrán que ser hospitalizadas por una nariz sangrante.
La forma conservadora de tratar una hemorragia es el taponamiento nasal o la cauterización, en algunos casos se recurre a la ligadura arterial, que consiste en la vinculación de un vaso sanguíneo. Otros casos puede someterse al paciente a un proceso de embolización, que es el sellado de un vaso sanguíneo con hemorragia.
Las probabilidades de tener un accidente cerebrovascular fueron más altas para los pacientes que se sometieron a embolización, comparado con el uso del taponamiento nasal (aunque algunos investigadores sugieren que esto puede deberse a la gravedad de la enfermedad). La embolización por otro lado, también tenía los más altos costos hospitalarios.
