Un estudio realizado por la Universidad de Los Angeles, podría proporcionarnos una mejor comprensión del cáncer y sobre la investigación con células madre, ya que ha descubierto un reloj biológico en nuestros genomas que afecta la forma en que nuestro cuerpo envejece.
Este sorprendente hallazgo revela que el tejido de los senos de la mujer es biológicamente más viejo que el resto del cuerpo. Localizar el conjunto de biomarcadores que mantiene la edad en todo el cuerpo ha sido un desafío de cuatro años.
El equipo se centró en la metilación, un proceso que altera químicamente el ADN para crear un reloj capaz de medir el envejecimiento. Su investigación es la primera en clasificar una medida interna de tiempo que identifica correctamente la edad de los órganos, tejidos y tipos de células.
El tejido mamario sano de la mujer es de dos a tres años más viejo que el resto del cuerpo. Si una mujer tiene cáncer de mama, el tejido sano cerca del tumor es en promedio doce años mayor que el resto de su cuerpo.
Esto podría dar una respuesta a por qué el cáncer de mama es la forma más común de cáncer entre las mujeres. Además, puesto que el reloj dentro de un tejido tumoral es treinta y seis años más viejo que los tejidos sanos, esta podría ser la razón por la que la edad es un factor de riesgo importante para el cáncer, tanto en hombres como mujeres. En cuanto a las células madre pluripotentes (células adultas que se reprograman a una célula madre, para llegar a un estado similar al embrionario) el equipo encontró que todas las células madre eran recién nacidas.
El descubrimiento muestra que, en teoría, los científicos pueden ser capaces de rebobinar el reloj biológico del cuerpo y ponerlo en cero. La próxima ronda de estudios analizará si detener el reloj de envejecimiento va a detener el proceso de envejecimiento o aumentará el riesgo de cáncer.
