A medida que las tecnologías de reproducción, como la fertilización in vitro o la inducción de la ovulación se vuelven más generalizadas, el número de embarazos múltiples ha aumentado.
Pero el éxito en un área ha comenzado a ser un problema de salud pública en otra. Los embarazos múltiples suponen mayores riesgos para la salud y los costos de atención resultan excesivamente altos.
Mientras que los embarazos con gemelos cuestan cinco veces más que el de los hijos únicos, los investigadores señalan que los partos triples cuestan casi veinte veces más que los nacimientos únicos. Este aumento en el costo se debe principalmente al aumento de la morbilidad materna, el aumento del uso de la cesárea y la estancia hospitalaria.
Los centros para el control y la prevención de enfermedades en Estados Unidos, mostraron que en 2010, el tres por ciento de los nacimientos en los Estados Unidos eran de varias entregas. La tasa de nacimientos de mellizos fue de treinta y tres por cada mil nacidos vivos, y la tasa de natalidad de trillizos o más fue de uno punto cuatro por cada mil nacidos vivos.
Los investigadores señalan que, aunque alrededor del cuarenta por ciento de los nacimientos de gemelos se derivan de la tecnología reproductiva, en los nacimientos de trillizos o más, esa estadística se incrementa hasta en ochenta por ciento.
El costo incluye los gastos médicos de las madres durante las veintisiete semanas previas al parto y treinta días después, así como los gastos médicos para los niños hasta su primer cumpleaños. En general el costo de la atención total para los embarazos únicos es de poco más de veinte mil dólares; para los gemelos es de ciento cinco mil dólares y más de cuatrocientos mil dólares para los trillizos o más.
Es importante señalar que las madres de los gemelos o más, tenían enfermedades coexistentes, significativamente mayores que las madres de los bebés únicos, así como tasas de mortalidad más altas y estancias hospitalarias más largas.
Una posible solución es el desarrollo de estrategias para reducir esta carga de cuidado de la salud, por ejemplo, reduciendo al mínimo las transferencias múltiples de embriones en los procesos de fecundación in vitro.
