A pesar de que se han alcanzado algunos avances en el terreno de los aparatos de audición, uno de los continuos problemas con los audífonos, es el hecho de que amplifican el sonido de fondo, junto con la voz de la persona que los usa.
Mientras que el cerebro es razonablemente bueno distinguiendo entre el habla y el molesto ruido ambiental, los usuarios de audífonos reciben el sonido y la voz, presentes en un solo paquete, a menudo incomprensible.
Por esta razón, los investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, han desarrollado un algoritmo para filtrar el ruido, que ha demostrado mejorar el reconocimiento de los sujetos de prueba, reconociendo las palabras pronunciadas hasta en un noventa por ciento.
El algoritmo utiliza una red neuronal profunda, que al igual que el cerebro humano, tiene una estructura en capas que le permite aprender. Parte de su formación implica conseguir que el dispositivo elija las palabras conocidas a medida que se reproducen en un contexto ruidoso. De esta forma, las partes en las que la voz domina el ruido se amplifican, mientras que los casos en los que predomina el ruido se descartan.
