Los antiácidos son comúnmente utilizados para neutralizar el ácido en el estómago, ayudando a muchas personas que tienen reflujo. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que el uso de este medicamento de forma consistente durante dos años o más, se vincula con una deficiencia de vitamina B12, lo que puede tener efectos adversos para el sistema nervioso.
La investigación publicada en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense, es de las primeras en demostrar la relación entre una exposición a largo plazo a los antiácidos y la deficiencia de vitamina B12 en un gran estudio poblacional.
Los investigadores dicen que los antiácidos, incluyendo los inhibidores de la bomba de protones y los antagonistas de los receptores de la H2, son algunos de los productos farmacéuticos de mayor uso en los Estados Unidos.
Sin embargo, al reprimir la creación de ácido gástrico, los antiácidos pueden llevar a una mala absorción de la vitamina B12. Esta vitamina ayuda a mantener saludable el sistema nervioso, compuesto por el encéfalo, los nervios y la médula espinal.
La deficiencia de vitamina B12 es relativamente común, dicen los investigadores, especialmente entre los adultos mayores, y su deficiencia tiene complicaciones médicas potencialmente graves si no se diagnostica a tiempo.
Si no se trata, la deficiencia de vitamina B12 puede conducir a la demencia, al daño neurológico, la anemia y otras complicaciones que pueden ser irreversibles.
Los investigadores añaden que las dosis de más de una pastilla y media por día, estaban estrechamente vinculadas a la deficiencia de vitamina B12, en comparación con las dosis menores a tres cuartos de pastilla al día.
Los autores del estudio agregaron que la magnitud de la asociación es más fuerte en las mujeres y los grupos de edad más jóvenes, y que este riesgo disminuyó después de que los pacientes dejaron de usar los antiácidos.
Estos hallazgos no son una invitación para suspender el uso de estos medicamentos en los pacientes que se encuentran en tratamiento, pero sí es una recomendación para que los médicos ejerzan una vigilancia adecuada cuando los prescriben.
