La búsqueda por crear robots amigables ha llevado a la creación de Diego-San, un robot que supuestamente emula a un infante de un año de edad.
El androide desarrollado por Hanson Robotics y manufacturado por Kokoro Co., es un poco más grande que los niños de su edad, y cuenta con veintisiete puntos de movimiento en su rostro. Gracias a esto Diego-San es capaz de producir una gran variedad de expresiones faciales que serán utilizadas en el desarrollo de un software de interacción humana. Y es que además de aprovechar el uso de los robots para mejorar los límites tecnológicos de la inteligencia artificial, Diego-San será utilizado para estudiar el desarrollo de las habilidades sociales, motoras y sensoriales en la infancia. De esta forma será más sencillo crear el software que ayude a este androide a controlar mejor su cuerpo y a interactuar con mayor precisión ante las personas.
El desarrollo de robots que pasen desapercibidos para los seres humanos, es un área de investigación que puede ayudar eventualmente a la comprensión de la conducta humana y la comunicación. Sin embargo, aún queda una pregunta ¿El inquietante parecido de Diego-San con el actor Robin Williams en el ‘Hombre Bicentenario’ habrá sido intencional?