No todas las células que parecen anormales bajo un microscopio son necesariamente cancerosas. Para referirse a la presencia de estas células atípicas los médicos suelen utilizar el término de displasia, y existen muchos factores que pueden hacer que esto suceda; incluyendo la inflamación y las infecciones. Incluso el envejecimiento normal puede hacer que las células luzcan anormales.
Si la causa subyacente es removida o tratada, las células atípicas en el tejido pueden volver a la normalidad. Esto puede ocurrir de forma espontánea o puede ser el resultado de un tratamiento específico.
Como ya se mencionó, si el médico identifica la presencia de estas células, no necesariamente significa que usted tiene cáncer. Sin embargo, sigue siendo esencial mantener un seguimiento cuidadoso. En algunos casos, el médico puede simplemente monitorear las células para asegurarse de que no se vuelvan más anormales.
Otras pruebas o exploraciones pueden ser útiles, dependiendo de sus circunstancias específicas. En otros casos, el médico puede recomendar un tratamiento en particular para intentar revertir el proceso que está causando la formación de esas células. Y a veces, su médico puede requerir una muestra de tejido, como una biopsia, para asegurarse de que no tiene cáncer u otra enfermedad grave.
