Seguramente la mayoría de las personas ha escuchado informes contradictorios acerca de la prevención del cáncer. Y es que algunas veces, las recomendaciones que son el producto de un estudio científico reciente, pueden ser contrarias con respecto a otras investigaciones.
Esto se debe a que las cosas que se conocen acerca de la prevención del cáncer aún se encuentran en evolución. Sin embargo, la comunidad médica coincide en que las probabilidades de desarrollar cáncer se ven afectadas por las decisiones que una persona hace sobre su estilo de vida.
Por ejemplo, consumir tabaco es algo que pone a cualquier persona en peligro de padecer cáncer. Fumar se ha relacionado con varios padecimientos de este tipo, desde el cáncer de pulmón, de vejiga, cuello, útero, hasta el cáncer de riñón. Masticar tabaco también está vinculado con el cáncer de páncreas y de boca. Incluso las personas que no fuman, pueden desarrollar cáncer de pulmón al estar en contacto con el humo de segunda mano, estos son los famosos fumadores pasivos. Evitar el tabaco es una de las decisiones más importantes que uno puede hacer.
Respecto al alcohol, la decisión de beberlo requiere de moderación, ya que el riesgo de varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de mama, colon, pulmón, riñón e hígado, aumenta con la cantidad de alcohol que se ingiere y la cantidad de tiempo que una persona lleva consumiéndolo.
Es importante recordar que al ser drogas de venta legal, la responsabilidad sobre su consumo es exclusiva de la persona que lo hace. Si usted necesita ayuda para dejar de fumar o beber, acérquese a un médico y pregunte cuál es la mejor estrategia para dejar de hacerlo.
