La mayoría de las personas viven preocupadas acerca de la prevención del cáncer, por fortuna, el hecho de llevar a cabo algunos cambios sencillos en su estilo de vida pueden hacer una gran diferencia.
El cáncer en la piel es uno de los tipos más comunes de cáncer y también uno de los más prevenibles. Por esta razón es importante evitar la exposición prolongada a los rayos ultravioleta (UV), sobre todo entre las once de la mañana y las cuatro de la tarde, que es cuando los rayos del sol son más fuertes.
Si es posible, se pueden utilizar un par de gafas para el sol y un sombrero amplio para protegerse de los rayos UV, también es recomendable permanecer en la sombra el mayor tiempo posible cuando uno se encuentra al aire libre. También es preferible usar ropa que cubra la mayor cantidad de piel posible, y recordar que los colores claros en la ropa reflejan más la radiación UV.
Respecto a las cremas de protección solar, no se debe escatimar su uso en cantidades generosas. Además es aconsejable, evitar las camas de bronceado y las lámparas solares, ya que ambas son tan perjudiciales como la luz solar natural. Adoptar estos y muchos hábitos para la prevención del cáncer se encuentra al alcance de todos, y su recompensa se traduce en una mejor calidad de vida.
