Hace quince años los investigadores de tres centros médicos llevaron a cabo un estudio, que buscaba analizar los efectos de la aspirina y un medicamento con propiedades para adelgazar la sangre en pacientes con problemas del corazón. El resultado final terminó diciendo poco sobre el corazón y más sobre el cerebro.
En dos lugares, los pacientes fueron advertidos de posibles problemas gastrointestinales, que son el problema más común provocado por el uso repetido de la aspirina. Mientras que los pacientes en el tercer centro no recibieron tal precaución.
Cuando los investigadores revisaron los datos, encontraron un resultado sorprendente, los grupos que habían sido advertidos sobre los efectos secundarios, fueron casi tres veces más propensos a sufrirlos. A pesar de que la evidencia de daño estomacal era la misma en los tres grupos de pacientes, los que habían recibido más información acerca de la posibilidad de problemas de menor importancia, fueron los más propensos a experimentar el dolor.
La principal explicación para estos resultados se ligó principalmente al efecto nocebo, que es un fenómeno relacionado con las creencias y expectativas negativas de un individuo con respecto a su salud, esto produce consecuencias dañinas en la persona que lo padece.
A pesar de la noción superficial de los informes médicos, anecdóticos y de algunos estudios clínicos bastante modestos, la investigación sobre este fenómeno no ha sido muy sólida. La principal razón es ética, ya que los médicos no deberían inducir la enfermedad en pacientes que no están enfermos. Y es precisamente por algunos cambios en la normatividad médica que algunos experimentos ya no pueden repetirse en la actualidad.
La resistencia a un estudio más profundo del efecto nocebo en la salud, también podría deberse a que la creencia, no tiene un lugar importante en un mundo en el que la medicina moderna está centrada en la anatomía física. Después de todo, si tomamos en cuenta que la salud se considera un fenómeno biológico, los elementos psicosomáticos resultan aún más difíciles de tratar.
Quizá la Psicología sea la disciplina que pueda ayudar a incluir una mayor información que ayude a determinar si los pacientes con una particular visión de la vida, les va mejor o peor que a otros individuos.
