La administración de estrógeno a través de parches en la piel, puede ser una manera más fácil y segura para tratar el cáncer de próstata que los actuales tratamientos hormonales, al menos esto es lo que asegura una nueva investigación del Reino Unido.
El estudio publicado en la revista Lancet Oncology, considera que la terapia de reemplazo hormonal, que consiste en los mismos parches que normalmente son usados para tratar los síntomas de la menopausia, y reducen la testosterona en los hombres con cáncer de próstata, funcionan de la misma forma en que lo hacen las inyecciones de análogos de la hormona liberadora de la hormona luteinizante (LHRHa por sus siglas en inglés).
En muchos casos la testosterona puede acelerar el cáncer de próstata que está comenzando a extenderse. Los tratamientos que reducen los niveles de esta hormona en el cáncer de próstata avanzado, pueden retardar el crecimiento del tumor e incluso reducir su tamaño.
El tratamiento actual que se basa en la inyección de análogos de la hormona liberadora de la hormona luteinizante, puede dar lugar a efectos secundarios graves, como la osteoporosis, fracturas de huesos y diabetes. Un tratamiento más viejo, que se usaba alrededor de la década de los sesenta, utilizaba píldoras de estrógeno para bloquear la producción de testosterona, pero esto provocaba coágulos sanguíneos y accidentes cerebrovasculares en los hombres.
Es importante destacar que el uso de parches de estrógeno, no causó los mismos problemas de coagulación de la sangre ni los efectos secundarios de las inyecciones. Además, doce meses más tarde y en comparación con los hombres tratados con parches de terapia hormonal, los hombres que recibieron inyecciones tenían niveles más altos de glucosa en la sangre y colesterol; factores de riesgo conocidos para la enfermedad cardíaca.
Estos resultados prometedores, sugieren que podrían usarse los parches de estrógeno o un gel de estrógeno para tratar el cáncer de próstata sin aumentar significativamente el riesgo de enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular.
El siguiente paso para los investigadores consiste en llevar a cabo un ensayo más grande, con seiscientos sesenta hombres, para estudiar la eficacia a largo plazo y la seguridad de los parches. El uso de nuevas terapias hormonales ha llegado incluso a usar los estrógenos, en combinación con otras sustancias, para combatir la obesidad y la diabetes.
