Se ha producido un pequeño aumento en la incidencia de cáncer de mama en etapa avanzada, en mujeres de veinticinco a treinta y nueve años. Según un estudio del año 2008, el riesgo de que una mujer desarrollara cáncer de mama antes de los cuarenta años de edad, era de una en ciento setenta y tres.
El estudio publicado en el Diario de la Asociación Médica Estadounidense, agregó que las mujeres jóvenes con cáncer de mama tienden a experimentar una enfermedad más agresiva que las mujeres mayores y tienen menores tasas de supervivencia. Dicho estudio también incluyó la evaluación de tres institutos nacionales de observación del cáncer, con registros que abarcaban desde 1973 hasta el año 2009.
Los investigadores obtuvieron la información de los registros sobre la incidencia, la tasa de supervivencia en función de la edad, y la extensión del cáncer al momento del diagnóstico. La trayectoria de la tendencia predice que un número cada vez mayor de mujeres jóvenes en los Estados Unidos se presentan con cáncer de mama metastásico en un grupo de edad que ya de por sí tiene el peor pronóstico, al que no se le recomienda una rutina de detección y con un mayor número de años potenciales de vida.
Por si fuera poco, las mujeres jóvenes que son diagnosticadas con cáncer de mama, a menudo se sentirán aisladas y solas, dado que la mayoría de los recursos médicos para esta enfermedad están diseñados para mujeres mayores de cincuenta años. Sin mencionar que la calidad de vida es mucho menor en las mujeres jóvenes a las que se les diagnostica esta enfermedad. Unos de los factores que se cree están relacionados con el desarrollo de este padecimiento es el aumento de peso, una constante angustia psicológica y el inicio temprano de la menopausia.
