Un par de hongos presentes en los alimentos, podrían empeorar los efectos del VIH

Hongos VIH alimentos
Un grupo de investigadores de la Universidad de Alabama, afirmó que dos hongos comunes, que se encuentran en los alimentos de los países en desarrollo, podrían estar empeorando los efectos del VIH.

El estudio encontró que los hongos presentes en los alimentos almacenados como el arroz, el trigo, los frutos secos y el maíz, están relacionados con una carga viral de VIH más alta, esto es, una mayor concentración del virus en la sangre de las personas infectadas.

Dichas concentraciones se traducen en mayores tasas de transmisión del virus, y en una progresión temprana de las infecciones derivadas del SIDA. A decir de los investigadores, los alimentos que se guardan en los almacenes y graneros de los países en desarrollo cercanos a la línea ecuatorial, como Asia y África, se contaminan con Aspergillus flavus y A. parasiticus.

Debido a que estos hongos producen aflatoxina, una sustancia venenosa conocida por causar cáncer o daños en el hígado de los seres humanos y animales, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) ha impuesto regulaciones en los niveles de la toxina en los alimentos de Estados Unidos, en particular para la alimentación animal.

Ya que estas restricciones para los niveles de la toxina no existen en los países en desarrollo, los ciudadanos son mucho más propensos a estar expuestos a los altos niveles de hongos y aflatoxinas. Para descubrir el peligro que estas sustancias tienen sobre los pacientes con VIH, se reunió a trescientas catorce personas con VIH, todas ellas fueron divididas en cuatro grupos que dependían de su nivel de exposición a las aflatoxinas.

Las personas sometidas a una mayor exposición de dicha sustancia, eran dos punto seis veces más propensas a desarrollar una carga viral superior a las del grupo de menor exposición.

A pesar de que los estudios han mostrado una relación entre la exposición a la aflatoxina y la infección por el VIH, el tema aún no ha sido reconocido o tratado. Por desgracia, esta teoría sólo podrá demostrarse de una vez por todas, usando estudios aleatorizados más grandes para los que no hay financiación.

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