Mantenerse activo no es una ciencia, pero hacerlo de manera correcta es algo que puede lograrse con la ayuda de un médico y algunos consejos. La mezcla de diferentes tipos de ejercicio ayuda tanto a reducir la monotonía, como a mejorar la salud en general. Por eso existen cuatro componentes básicos para el acondicionamiento de las personas mayores.
En primer lugar se encuentran los ejercicios destinados a mejorar la resistencia cardíaca. Esto es, cualquier movimiento que involucre el movimiento rítmico de varios grupos musculares, por ejemplo correr, nadar, practicar tenis etc. Este tipo de ejercicio aumenta la capacidad del cuerpo para transportar el oxígeno y los nutrientes a los tejidos, también ayuda a eliminar mejor los residuos. En las personas mayores ayuda a disminuir la fatiga y la falta de aliento, además promueve la independencia mediante la mejora en el desempeño de las actividades diarias, tales como limpiar la casa o caminar.
En segundo lugar están los ejercicios de entrenamiento de fuerza. Estos construyen los músculos con movimientos repetitivos, mediante el uso de peso o una resistencia externa a nuestro peso corporal. Este tipo de actividad beneficia a las personas de edad avanzada, previniendo la pérdida de masa ósea, desarrollando los músculos y mejorando el equilibrio. Fortalecer el cuerpo ayuda a las personas a mantener su independencia y a realizar tareas cotidianas como abrir un frasco o levantar algunos objetos.
En tercer lugar están las rutinas que mejoran la flexibilidad. Esto se puede lograr a través de estiramientos estáticos, que ayudan a mantener el movimiento en los músculos y las articulaciones, haciéndolos menos propensos a las lesiones. Esto ayuda a las personas mayores en un sinnúmero de actividades diarias, desde atarse los zapatos, hasta jugar con sus nietos.
Por último se encuentra el balance. Tanto los ejercicios dinámicos como los estáticos, mejoran el equilibrio, la postura y la calidad motriz de los adultos mayores. También reduce el riesgo de caídas y el temor a sufrirlas. Algunos de los ejercicios recomendados para desarrollar el equilibrio son el yoga y el tai chi.
