En muchos lugares del mundo, el número de niños con sobrepeso está aumentando a un ritmo alarmante. Los kilos de más comienzan a poner a los niños en riesgo de padecer graves problemas de salud, como la diabetes, las enfermedades del corazón y el asma. Eso sin mencionar las grandes campañas de publicidad que las cadenas de comida rápida realizan, teniendo a los niños y adolescentes como su objetivo.
La obesidad infantil también supone una importante carga emocional. Los niños con sobrepeso con frecuencia son objetos de burla y excluidos de las actividades de equipo; esto puede conducir a una baja autoestima, una imagen corporal negativa y a la depresión. Sin embargo, con estímulos, el apoyo adecuado y un ejemplo positivo, es posible ayudarlos a alcanzar y mantener un peso saludable.
Como ya se mencionó, los niños con sobrepeso y obesidad tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud graves, tales como diabetes tipo 2, hipertensión, colesterol alto, problemas óseos y articulares, asma, trastornos de sueño, enfermedades del hígado y vesícula biliar, así como depresión y baja autoestima.
Los niños que no están conformes con su peso también pueden ser más propensos a desarrollar trastornos de la alimentación y los problemas de abuso de sustancias. Por esta razón es importante realizar un diagnóstico tan pronto como sea posible, para iniciar el tratamiento adecuado que reduzca el riesgo que conllevan estas condiciones en los niños a medida que envejecen.
Cabe resaltar que cualquiera que sea el peso de sus hijos, es importante hacerles saber que son amados y que lo único que se busca es ayudarles a estar sanos y felices.
