Para las personas con hemofilia, llevar una vida relativamente normal es posible gracias a algunos tratamientos y medicamentos. El tratamiento de la enfermedad, varía dependiendo de la severidad de la condición.
Para la hemofilia leve A, el tratamiento puede implicar una inyección lenta de la hormona desmopresina, con el objetivo de estimular la liberación de más factores de coagulación para detener el sangrado. Ocasionalmente, la desmopresina se administra como un medicamento nasal.
En los casos de hemofilia severa A o B, el sangrado puede detenerse sólo después de una infusión de factores de coagulación, derivados de sangre humana previamente donada o que sean producto de la ingeniería genética (mejor conocidos como factores de coagulación recombinantes). Si la hemorragia interna es grave, es posible que las infusiones deban repetirse en varias ocasiones.
En el caso de la hemofilia C, el factor de coagulación faltante es el 11 (XI) y como producto sólo está disponible en Europa. Por lo que en el resto del mundo, se utilizan infusiones de plasma para detener las hemorragias.
Algunos pacientes realizan infusiones preventivas de algún factor de coagulación, para ayudar a prevenir el sangrado. De esta manera puede reducirse el tiempo de permanencia en el hospital y limitar los efectos secundarios de la enfermedad como el daño a las articulaciones. El médico puede mostrarle cómo realizar las infusiones de desmopresina u otros factores de coagulación en el trabajo, el hogar o la escuela.
Otra clase de medicamentos llamados antifibrinolíticos también pueden ser prescritos junto con la terapia de reemplazo del factor de coagulación. Estos medicamentos ayudan a prevenir que los coágulos se debiliten o se rompan.
Si la hemorragia interna ha dañado las articulaciones, la fisioterapia puede ayudar a que funcionen mejor. La terapia puede conservar la movilidad y ayudar al paciente a evitar que se deformen gravemente. En los casos donde la hemorragia haya destruido la articulación, puede ser necesario el implante de alguna articulación artificial.
Es importante recordar que no todas las hemorragias son tan complejas, en el caso de pequeñas lesiones o cortes, bastará con aplicar presión en la herida; un vendaje en general se hará cargo del sangrado externo. Para las pequeñas áreas de sangrado debajo de la piel, use una bolsa de hielo. También es posible ocupar paletas de hielo para reducir la velocidad de un sangrado menor en la boca.
