Ante los primeros signos de hemofilia, consulta a tu médico

Hemofilia medico
En promedio, la hemofilia se diagnostica a los nueve meses y casi siempre hasta los dos años. En caso de que algún niño tenga un sangrado profuso que no pueda detenerse después de una lesión, lo más recomendable es llamar al número de emergencias local o acudir inmediatamente con un médico.

Si los síntomas son menos graves, tales como uno varios moretones profundos causados por una lesión menor, habrá que consultar una cita con el médico, así será más sencillo canalizar el problema con un especialista en trastornos de coagulación o un experto en hemofilia. Aunque al principio no es tan importante el tipo de médico, lo principal es buscar asesoría.

Antes de acudir a la primera cita, puede hacerse de una lista con los síntomas que el niño ha estado experimentando y la duración de los mismos. Esto ayudará al médico a conocer mejor los detalles sobre el tipo de lesiones. Si algún miembro dentro de la familia ha sido diagnosticado previamente con un trastorno de coagulación es importante comentarlo en primer lugar. En caso de existir otro tipo de padecimientos o problemas médicos, también es conveniente incluirlos a la información médica.

El médico con seguridad hará una serie de preguntas, por lo que debemos estar atentos a algunos posibles síntomas como: una sensación de dolor o calor en las articulaciones; algún sangrado inusual o fuerte en las hemorragias nasales o después de una lesión; la presencia de sangre en las evacuaciones del menor. También es esencial hablar con los miembros de la familia para averiguar si alguno de ellos ha sido diagnosticado con hemofilia. Toda esta información será de bastante utilidad para el médico de su hijo.

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