Los adolescentes deprimidos deben saber que la depresión no es culpa suya, y que no han hecho nada para provocarla. Sin embargo, sí pueden tener el control para sentirse mejor. Manteniéndose en contacto con sus amigos y familiares, tomando decisiones saludables sobre su estilo de vida, y manteniendo bajos sus niveles de estrés. Todo esto puede tener un impacto muy positivo sobre su estado de ánimo.
Mientras esto sucede es muy posible que necesiten terapia o medicamentos que los ayuden, al tiempo que ordenan sus sentimientos. En el caso de los padres, deben considerar bien e informarse sobre las opciones de tratamiento, sobre todo si éste implica alguna medicación. Ya que algunos antidepresivos utilizados en los adultos, en realidad pueden hacer que los adolescentes se sientan peor.
Cuando uno está deprimido, puede que no tenga ganas de ver a nadie ni de hacer nada. El simple hecho de salir de la cama en la mañana puede ser difícil, pero aislarse sólo empeora la depresión. Establecer una meta de mantenerse en contacto con otras personas es algo que debe considerarse, incluso si eso es lo último que se quiere hacer.
Pasar tiempo con los amigos, especialmente los que se encuentran activos y optimistas, suele ayudar a sentirse mejor con uno mismo. Es recomendable evitar salir con personas que abusen de las drogas o el alcohol, todo esto con el objetivo de evitar problemas. Limitar el tiempo para navegar en Internet o jugar videojuegos también es recomendable.
Cabe resaltar que el uso de sustancias no sólo puede empeorar la depresión, también pueden ser la causa de estar deprimido en primer lugar. El consumo de alcohol y otras drogas también puede aumentar los pensamientos suicidas. En resumen, beber y consumir drogas, sólo hará que uno se sienta peor y no mejor a largo plazo.
Si una persona es adicta a alguna sustancia, quizá necesite de un tratamiento especial para su problema, en conjunto con el tratamiento que esté recibiendo para combatir su depresión.
