Los científicos han tenido grandes avances, pensando en nuevos métodos para detectar el autismo en los niños de forma temprana. Sin embargo, un estudio reciente sugiere que este trastorno podría diagnosticarse justo al momento de nacer. Todo esto gracias a una serie de signos reveladores que pueden ser vistos mediante el análisis de la placenta.
El estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Yale, se centró en el análisis de doscientas diecisiete placentas. De este número, ciento diecisiete mujeres que participaron, habían tenido previamente uno o más niños con el padecimiento, presentando un mayor riesgo de tener otro hijo con el trastorno.
Se encontró que las placentas del grupo de alto riesgo, eran más propensas a tener dobleces y pliegues anormales, algo que los autores del estudio llaman ‘inclusiones trofoblásticas‘. Sorprendentemente, las placentas de dicho grupo, eran ocho veces más propensas a presentar las anormalidades. En contraste con las placentas normales -que presentaron de una a dos anomalías-, las placentas de alto riesgo mostraron hasta quince.
Los niños del estudio actualmente tienen entre dos y cinco años de edad, por lo que todavía es muy pronto para saber cuántos de ellos desarrollarán autismo. De manifestarse el padecimiento, estos pliegues anormales podrían ser utilizados como un indicador temprano por los médicos. Identificar a los niños de alto riesgo desde el nacimiento sería una herramienta de diagnóstico muy oportuna, ya que los padres y los especialistas podrían comenzar inmediatamente las intervenciones en las etapas más tempranas del autismo; que es cuando pueden tener el mayor impacto.
Según Harvey Kliman, investigador y director del estudio, se espera que el examen de placenta pueda convertirse en un procedimiento de rutina, que ayude a los niños a tener una mejor calidad de vida. Y es que actualmente, sólo el diez por ciento de las placentas se analizan, aunque solamente en los casos donde ocurren complicaciones durante el embarazo o a causa de la muerte del recién nacido.
El cerebro en desarrollo es muy vulnerable durante la gestación y la placenta regula el paso de sustancias entre la madre y el feto, por lo que es obviamente, un componente clave para el desarrollo fetal. Si la prueba de anormalidades en la placenta se mantiene, podría hacer una gran diferencia en el futuro para reducir la severidad de los trastornos del espectro autista y ayudar a muchas personas.
