Un estudio reciente sugiere que la salud de los bebés más vulnerables (en particular los que son prematuros) podría mejorar con ayuda de la música, especialmente las canciones de cuna. Esta teoría se apoya en la observación de varios recién nacidos, que están siendo tratados en unidades de cuidado intensivo neonatales.
Un grupo de investigadores del Centro Médico Beth Israel, en Nueva York, encontró que la música ayudaba a la respiración y a la frecuencia cardíaca de los bebés, mejorando sus patrones de alimentación y de sueño. Sumado a esto, los investigadores dijeron que las canciones de cuna elegidas por los padres, parecían favorecer la unión entre los bebés y sus padres.
El estudio se llevó a cabo en doscientos setenta y dos bebés prematuros de las unidades de cuidados intensivos neonatales de once hospitales diferentes. Los científicos analizaron los efectos de tres tipos de terapia musical en los bebés que habían nacido a las treinta y dos semanas de gestación. Un grupo de musicoterapeutas certificados, utilizaron varios dispositivos que emiten zumbidos y sonidos similares a los del útero. Estos sonidos se sincronizaban con los patrones de respiración en los bebés tres veces por semana durante dos semanas.
Los terapeutas y padres también cantaron canciones de cuna elegidas por los padres de los bebés. Al final, los recién nacidos expuestos a las terapias musicales, mostraron efectos más positivos en su alimentación y los patrones de sueño. Algunos bebés expuestos a los sonidos del océano, también experimentaron mayores niveles de oxígeno en la sangre.
Las canciones de cuna fortalecieron significativamente el vínculo afectivo entre el bebé y los padres, especialmente aquellas que fueron elegidas por la familia. Si tomamos en cuenta que los bebés prematuros tienen un riesgo elevado de presentar complicaciones, tales como los déficits sensoriales, enfermedades respiratorias, parálisis cerebral y discapacidades del aprendizaje, esta investigación podría demostrar que los pequeños podrían desarrollarse mejor, sin estar escondidos dentro de una incubadora.
