El cólico siempre ha sido descrito como un problema gastrointestinal. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que hay una relación entre las migrañas y los cólicos. Este hallazgo se publicó en el diario de la Asociación Médica Estadounidense, y reveló que la probabilidad de padecer migrañas es siete veces mayor en los niños que habían padecido cólicos cuando fueron bebés, en comparación con los niños que no tuvieron este problema.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, el cólico afecta aproximadamente a uno de cada cinco niños. En general, los bebés con cólicos lloran por más de tres horas, más o menos a la misma hora cada día y alrededor de tres días a la semana. La causa específica de los cólicos todavía es un misterio, pero cuando un niño cumple las doce semanas, las molestias usualmente desaparecen.
Cuando un bebé sufre de cólicos su estómago se hincha y tiende a contraer sus piernas acercándolas al vientre. Estas señales apuntan a un trastorno en el tracto digestivo, sin embargo, los tratamientos que normalmente están dirigidos a combatir los problemas del sistema digestivo, no tienen mucho éxito aliviando los síntomas del cólico.
Ahora bien, los investigadores sugieren que la migraña es una causa común del dolor de cabeza en los niños, aunque otro de los factores que desencadena el dolor de cabeza suele ser la tensión. Ambas causas se traducen en una alta sensibilidad al dolor.
El estudio se realizó en tres hospitales europeos, entre el mes de abril de 2012 y el mes de junio del mismo año. La investigación reunió a doscientos ocho niños de entre seis y dieciocho años de edad; todos ellos con migraña. El grupo de control tuvo a cuatrocientos setenta y un niños del mismo rango de edad, que habían visitado el servicio de urgencias por un traumatismo menor durante el mismo período de tiempo. Fue a través de una encuesta sobre la historia personal que se obtuvo la información necesaria para la investigación.
Los investigadores encontraron que los niños con migrañas habían presentado cólicos durante la infancia, a diferencia del grupo que no había padecido cólicos. Una posible explicación para esto podría ser un mecanismo patogénico común, ya que los bebés con cólicos pueden experimentar una sensibilidad similar de las terminales nerviosas que se encuentran alrededor de los vasos sanguíneos en el intestino; aunque esta hipótesis todavía necesita ser probada.
