El último avance en la búsqueda de la eterna juventud, se ha enfocado en uno de los signos más representativos del envejecimiento: la piel. Los investigadores de la Universidad de Michigan han encontrado una posibilidad para retardar el deterioro de los tejidos, enfocándose no en las células, sino en la materia que las rodea. Dicho de otro modo, al añadir más cargas a la zona rellena de fibra alrededor de las células, fueron capaces de hacer que las células de la piel en las personas mayores, actuaran nuevamente como células jóvenes.
En los animales, la matriz extracelular actúa como una estructura para las células de la piel, esta matriz está compuesta por diminutas fibrillas de colágeno llamadas fibroblastos, que son producidos por las células. Con el tiempo, la matriz extracelular se fragmenta, dando como resultado que las células pierdan sus conexiones a esa estructura. Sin este apoyo la piel acelera su descenso.
Los científicos contaron con veintiún voluntarios de ochenta años a los que les inyectaron un relleno, que se usa a menudo para reducir las arrugas faciales. Este relleno refuerza la matriz extracelular, llenando los espacios dejados por el envejecimiento. Para su sorpresa, encontraron que los fibroblastos comenzaron a producir más colágeno, incrementando la producción de vasos sanguíneos en la piel que alimentan a las células.
Es importante mencionar que los científicos no trataron el área del rostro en el experimento, en su lugar, se centraron en los glúteos; un área que prácticamente no recibe una gran exposición a los rayos ultravioleta. Es por esta razón que los investigadores no promueven el uso de este relleno estético a través del cuerpo. Por el contrario, la intención principal es comprender mejor el funcionamiento de la matriz extracelular para alcanzar nuevos descubrimientos que permitan una mejor prevención y tratamiento de las células dañadas de la piel.
