La Asociación Americana del Corazón recomienda que las personas coman por lo menos dos porciones de pescado a la semana. Ya que se cree que los ácidos grasos omega 3 en el aceite de pescado, tienen propiedades benéficas que pueden ayudar a prevenir las enfermedades cardiovasculares e incluso el cáncer de piel.
Los aceites de pescado provienen de los pescados grasos, también conocidos como ‘pez azul’. Estos aceites se encuentran en el tejido de peces como la trucha, el atún, el arenque, el salmón y las sardinas. Muchos expertos han dedicado bastante tiempo a entender cómo es que este aceite protege al corazón. Y un estudio realizado por investigadores de la Universidad Tecnológica de Michigan, reveló que el aceite de pescado también es capaz de contrarrestar los efectos perjudiciales del estrés.
La investigación contó con sesenta y siete adultos, que fueron divididos en dos grupos. Uno de los grupos tomó nueve gramos de aceite de pescado al día, mientras que el otro grupo recibió nueve gramos de aceite de oliva. Los investigadores consideraron este último como un placebo que no ha podido comprobar los mismos beneficios cardiovasculares que el aceite de pescado (a pesar de esto, otros estudios han revelado la eficacia que tiene el aceite de oliva extra virgen, en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer).
Ocho semanas después, los participantes que habían tomado los suplementos de aceite de pescado experimentaron un menor estrés mental, mientras que las personas que sólo habían tomado aceite de oliva, presentaron una disminución en su frecuencia cardíaca.
Los científicos creen que el aceite de pescado, al reducir los niveles de estrés, crean un efecto protector sobre las funciones vasculares, manteniendo el corazón sano. Sin embargo, admitieron que son necesarios nuevos estudios para definir cuáles son los efectos del aceite de pescado en la salud cuando se consume por periodos más largos.
