Combinando las ventajas de los balones de angioplastia, con los stents liberadores de fármacos, los científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts, han desarrollado un tratamiento para abrir las arterias obstruidas. Además, este nuevo método ofrece menos riesgos que las intervenciones tradicionales. El proceso consiste en inflar un globo dentro de la arteria por un corto periodo de tiempo, en el que se libera un fármaco que impide que las células formen nuevas obstrucciones con el tiempo.
En los últimos años, los científicos han desarrollado muchos mecanismos que pueden volver a abrir las arterias obstruidas, como los balones de angioplastia y los stents metálicos. Dichos tratamientos suelen ser eficaces, sin embargo, hay algunos inconvenientes que incluyen el riesgo de efectos secundarios.
Los globos recubiertos de fármacos en el estudio actual, aún se están desarrollando en los Estados Unidos y todavía no cuentan con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos.
Hasta la década de 1970, el tratamiento general para los pacientes con alguna obstrucción de las arterias cercanas al corazón, era la cirugía de bypass. Poco tiempo después, los médicos utilizaron un proceso mucho menos invasivo para la reapertura de las arterias usando balones de angioplastía. La angioplastía se convirtió en el tratamiento regular de las arterias semitapadas, sin embargo, no era una solución a largo plazo porque las arterias podían llegar a bloquearse nuevamente.
Para evitar esto, los científicos hicieron los stents metálicos, que eran mecanismos en forma de jaula que pueden hacer que una arteria permanezca abierta durante un periodo de tiempo. Por desgracia, en algunos casos provocan una respuesta inmune, haciendo que las células se acumulen cerca de la endoprótesis vascular, bloqueando nuevamente la arteria.
El primer stent liberador de fármaco se probó en Estados Unidos durante el año 2003. Los fármacos liberados por el dispositivo evitan que las células se acumulen en las arterias, pero con el tiempo, los medicamentos pueden producir coágulos de sangre, que pueden conducir a la muerte. Por esta razón, los pacientes necesitan tomar medicamentos como la aspirina o el Plavix, para evitar la coagulación.
Los investigadores planean analizar más a fondo cómo el flujo de sangre afecta a la administración de fármacos, y tratarán de ver cómo se comportan los globos en diferentes tipos de arterias.
