Sin importar cuál sea la edad de una persona, la pérdida de su deseo por la intimidad y el tacto no es del todo normal. De hecho, la pérdida de interés o de las funciones sexuales pueden ser signos de un problema médico que debe ser tratado por un especialista.
Si hay algo que se está interponiendo entre el camino del deseo o la capacidad para tener una buena vida sexual, no debemos permitir que la vergüenza nos impida buscar la ayuda de un médico. Se puede lograr mucho al trabajar con un profesional, para mejorar nuestra vida sexual.
Es importante tomar en cuenta que todo lo que afecte a la salud y el bienestar en general, también puede afectar las funciones sexuales. Algunas de las razones por las que esta función puede verse afectada son las siguientes:
Las condiciones médicas. Las enfermedades que afectan al sistema cardiovascular, la presión arterial alta, la diabetes, los problemas hormonales, la depresión o la ansiedad; todas pueden afectar el deseo sexual y sus funciones. Un médico puede brindar diferentes estrategias para combatir estos problemas.
Los medicamentos. Ciertos medicamentos pueden inhibir la respuesta sexual, incluyendo el deseo sexual, la capacidad para excitarse y la función orgásmica. Nuestro médico podría darnos alternativas, con algún medicamento diferente o que tenga menos efectos sexuales secundarios.
