Una prótesis de pene es más parecida a un soporte artificial para el mismo. Estos soportes pueden ser internos o externos según sea el caso.
Los apoyos externos se pueden comprar en las ‘sex shop‘ y otras empresas de venta por correo que se ocupen de éste y otros aparatos sexuales; como los falos artificiales o los dispositivos que se deslizan sobre el pene para apoyarlo. Sin embargo, los soportes internos son mucho más complicados, ya que deben ser colocados por un cirujano urológico por medio de una operación delicada.
La mayoría de los hombres que tienen problemas para conseguir una erección (disfunción eréctil) pueden ser tratados sin necesidad de una cirugía. Después de todo, los fármacos orales que han estado disponibles desde hace un tiempo, han ayudado a millones de personas en el mundo. Sin embargo, a veces la psicoterapia y otras medidas no quirúrgicas también son útiles.
Pero en una pequeña minoría de los casos, la solución puede consistir en tener un soporte implantado en el pene. Es importante señalar que nadie debe contemplar este procedimiento hasta que los otros métodos han sido cuidadosamente considerados. Es recomendable consultar a un médico de cabecera, quien debe investigar la posible causa subyacente de la disfunción eréctil.
Existen dos principales tipos de prótesis de pene: las semirrígidas y las inflables.
Las semirrígidas consisten en dos barras de caucho de silicona, que se ajustan en el interior del pene durante la operación. Estas proporcionan una cierta rigidez, así como una cierta cantidad de flexibilidad, en la que el pene puede curvarse hacia abajo en su posición normal, o fijarlo en una posición erguida para el coito.
Las prótesis inflables en cambio, se componen de dos cilindros, una bomba y un depósito. Los cilindros, que son colocados en el interior del pene por el cirujano, se pueden inflar con líquido cuando se desea una erección y se desinflan después del coito. El médico coloca una pequeña bomba en el interior del escroto, esta comienza a enviar fluido desde el depósito en los dos cilindros para que el pene se torne rígido. Después de las relaciones sexuales, se presiona una válvula para que el fluido corra de vuelta al depósito.
No obstante, hay algunas desventajas en el caso de la prótesis inflable, primero están su alto precio y baja disponibilidad, y al ser una cirugía compleja, implica que muchas cosas pueden salir mal. Después de todo, cualquier operación en los genitales implica un riesgo de infección, hematomas y sangrado.
