Esta nueva decisión podría determinar el futuro de la investigación genética

Genetica patente leyes
La tecnología siempre ha caminado con mayor rapidez que las leyes hechas para regularla. Hace tan sólo treinta años, la Oficina de Patentes en Estados Unidos emitió la primera patente de genes, y decenas de miles le siguieron con el tiempo.

Sin embargo, la Suprema Corte de Justicia en los Estados Unidos falló en contra de Myriad Genetics, una empresa dedicada a la biotecnología, que trató de patentar el aislamiento de genes que se encuentran presentes de forma natural en el ADN. No obstante, el tribunal confirmó las patentes de genes sintéticos creados, también conocidos como ADN complementario. Esta decisión afecta a la investigación genética, las pruebas que se realicen en el futuro y al campo de la biología sintética en general.

El caso trata específicamente las patentes de Myriad sobre los genes BRCA1 y BRCA2, las mutaciones que supuestamente se encuentran asociadas con un mayor riesgo de padecer cáncer de ovario y cáncer de mama. Debido a que esta empresa había descubierto los genes BRCA y había obtenido una patente sobre ellos, la empresa tenía el control sobre todas las pruebas de investigación genética relacionada con estos genes.

El argumento del tribunal para invalidar esas patentes, se basó en la distinción que separa los descubrimientos de las leyes de la naturaleza, los fenómenos naturales y las ideas abstractas, de la invención o descubrimiento de una nueva y útil composición de la materia.

Esto quiere decir que los genes de origen natural o aquellos que han evolucionado por millones de años, caen dentro de la primera categoría. Mientras que los genes sintéticos, ensamblados o inventados en un laboratorio, pertenecen a la segunda categoría.

Las empresas que han realizado sus patentes basándose en moléculas de origen natural serían las primeras afectadas. Y ya que estas representan a la mayoría, prácticamente todas las patentes que no puedan demostrar su calidad de ADN complementario podrían invalidarse.

Por fortuna, la abolición de patentes sobre los genes de origen natural puede estimular la investigación y reducir el precio de las pruebas genéticas, sometiéndolos a la competencia. Un ejemplo de esto es el precio que la empresa Myriad ofrece por una prueba para aislar sólo dos genes; su costo es de cuatro mil dólares. Algo muy caro si tomamos en cuenta que la secuenciación del genoma completo cuesta menos de diez mil dólares.

Será cuestión de tiempo para ver qué nuevas aplicaciones de la genética y métodos biotecnológicos inventarán en el momento que el proceso de legislación se haya completado. Pero no debemos olvidar la importancia de discutir en paralelo la modernización de los procesos legales y reglamentarios, que ayuden a mantener el ritmo acelerado de los descubrimientos tecnológicos.

kostleige.com

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