La inflamación crónica es un factor importante en una amplia gama de problemas, que van desde la artritis hasta la enfermedad cardiovascular. El ácido docosahexaenoico (DHA) que se encuentra en el aceite de pescado, es conocido por atemperar este problema.
Un nuevo informe publicado en el Diario FASEB, ayuda a explicar por qué el DHA es importante para reducir la inflamación, y proporciona una ventaja importante para la búsqueda de nuevos fármacos que ayuden a llevar a la gente de nuevo a una salud óptima.
Específicamente, los investigadores encontraron que los macrófagos (un tipo de glóbulo blanco) utilizan el DHA para producir ‘maresins‘, que sirven como un interruptor que apaga la inflamación. Cuando los investigadores sean capaces de entender mejor la biología de resolución y su potencial farmacológico, podrán mejorar la capacidad del cuerpo para controlar la inflamación no deseada y mejorar la calidad de vida en los pacientes.
Para hacer este descubrimiento, los investigadores encontraron que los macrófagos humanos son responsables de convertir el DHA en un epóxido intermedio, que los científicos lograron sintetizar. Después de todo, se ha sabido durante mucho tiempo que el DHA es capaz de domar la inflamación, sin embargo, ahora que se sabe que funciona a través estas nuevas sustancias llamadas maresins, los investigadores se encontraron con que el cuerpo humano tiene forma de apagar dicha inflamación.
Quizá en el futuro escuchemos un poco más sobre estos maresins, cuando comiencen a surgir nuevas terapias a partir de este descubrimiento.
